El complejo de surf de Torremolinos naufraga

Iba a ser un centro acuático pionero en España para la práctica del surf sobre olas artificiales, pero al final se va a quedar en nada. El Ayuntamiento de Torremolinos ha dado por resuelto el contrato de concesión de obra pública para la construcción y explotación del complejo turístico y club acuático proyectado en La Colina. Y lo hace después de que la empresa adjudicataria ORLA 2004, S. A., remitiera el pasado 20 de octubre un escrito al Consistorio en el que expresaba su voluntad de renunciar a la concesión otorgada en abril de 2009 por un periodo de 30 años ante la imposibilidad de acometer un proyecto cuya inversión rondaría los 2,5 millones de euros.
Con esta jugada aprobada por la Junta de Gobierno Local, el Ayuntamiento mata dos pájaros de un tiro, puesto que aprovechará estos terrenos (unos 12.000 metros cuadrados) para ponerlos a disposición de la Junta de Andalucía para así satisfacer la demanda de un nuevo instituto en la zona comprendida entre Playamar, Costa Lago y Los Álamos.
En el citado documento, al que ha tenido acceso este periódico, la sociedad alega dificultades económicas para afrontar el proyecto debido al «cierre del crédito por parte de las entidades bancarias», por lo que se ofrece a «negociar la renuncia a dicha concesión en los términos más beneficiosos para ambas partes». Un argumento que parece haber convencido al equipo de gobierno que preside Pedro Fernández Montes (PP), puesto que ha acordado devolver la fianza de 115.305,45 euros depositada en su día por la mercantil al entender que la misma no es la responsable de esa falta de financiación.
Un argumento que para nada comparte el grupo municipal de IU. Su portavoz, Félix Martín, entiende que las arcas municipales no están en disposición de «perdonar estos 115.000 euros, a los que además hay que sumar otros 110.000 correspondientes al canon anual de la concesión y que la empresa no ha abonado». En este sentido, el edil definió la tramitación de este proyecto como «un disparate repleto de irregularidades encaminadas a favorecer a ciertas personas muy próximas al PP».
En cualquier caso, lo cierto es que con este paso se da carpetazo a un proyecto que en su día se presentó como un parque pionero a nivel nacional. El complejo, concebido para la práctica del 'flowrider' (surf sobre olas artificiales), contaría con dos áreas específicas con láminas de agua provistas de inyectores capaces de generar olas de diferentes tamaños, así como otra zona destinada al ocio con jardines, bar, restaurante, terrazas y tienda de souvenir